miércoles, 21 de abril de 2010

¿Libertad de la mujer?

J. Pablo Delgado Berman

El caso de la joven radicada en Ciudad del Carmen que al practicarse un aborto terminó en el hospital y después incluso bajo un proceso judicial me llama la atención y lleva el tema a niveles más que alarmantes. En mi caso personal, no es tanto estar a favor o en contra del aborto, es estar a favor de la libertad de elección, de decidir sobre el cuerpo propio.


Esta acción sienta un precedente a nivel nacional, ya que bajo el pretexto de “proteger la vida” lo único que se está haciendo es la criminalización indistinta del aborto, la inducción a practicar estos métodos de forma clandestina (TODOS saben que así es) y lo más grave, se corta totalmente la libertad de elección de la mujer sobre su propio cuerpo, y por si fuera poco, por el género opuesto, los hombres.


Algo triste y lamentable es escuchar a muchos funcionarios públicos de alto nivel, de esta y la pasada administración, basarse en “Dios” (quien quiera que sea) para aplicar estas leyes, cuando TODOS los mexicanos elegimos y pagamos por servidores que nos gobiernen de forma LAICA dependiendo de sus creencias religiosas personales.



Parecen todos hijos de Serrano Limón (aquel panista extremo) al darse golpes de pecho y criminalizar a estas “asesinas”. Ya quisiera ver cómo estos mismos funcionarios van a dar su propio dinero para mantener a l@s bebés que vienen a este mundo producto de una violación, de abusos familiares, del desconocimiento, de la ignorancia. ¿Qué representa este caso?, una falla más en el sistema.


También está el caso de la niña de 10 años en Quintana Roo, quien después de ser violada por su padrastro ahora no puede abortar porque las leyes del hombre y de “Dios” (quien quiera que sea) no lo permiten, y ahora se encuentra “bajo protección” del DIF de esa entidad, díganme, ¿se vale traer a este mundo tan enfermo niñ@s que vendrán a sufrir lo mismo y terminarán haciendo lo mismo y cosas peores?, yo creo que no.


Me hace pensar en cuando las mujeres obtuvieron su derecho al voto, a decidir sobre a quién querían de gobernante, o simplemente a caminar libremente por la calle o sentarse donde quisieran. En pocas palabras, existe la equidad de género siempre y cuando el macho siga controlando en cuáles campos y hasta dónde, para la gran mayoría de las instituciones y gobiernos, la mujer sigue siendo sólo esa persona especial a la que le debemos la vida y amor, y se siguen pintado sus institutos representativos de color de rosa y decorados con flores; así jamás va a cambiar algo, un actuar más errado no existe.

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