jueves, 4 de febrero de 2010

Cuidado con la caca

J. Pablo Delgado Berman

Me atrevo a pensar que no hay persona en México, y en muchos otros países, que en su vida no haya pisado caca en la calle, en algún penoso momento de su vida. A veces uno va a pie por la calle y simplemente se encuentra con pedazos de excremento de perro o humanos en plena vía pública.
No muy lejos de mi casa he sido testigo de cómo de las terrazas o patios salen pedacitos de popó de perro que van a tener como morada la calle, y posiblemente, la suela de algún zapato o como destino final una llanta.
En muchos casos son los perros de la calle -una problemática avanzada en la ciudad y a tratar más adelante- la causa del problema, muchas veces también son los perros que tienen dueño quienes ensucien las calles, y los amos de estos canes no hacen nada por limpiar la decoración que su perrito ha dejado en la banqueta o acera.
La medida de multar a quienes dejen en la calle residuos de los caninos es sin duda la opción más inmediata para poder, de alguna forma, reducir la cantidad que existe en las aceras de la ciudad.
Una opción de apoyo a la ciudadanía para lograr que las calles estén limpias de caca de perro es dar las bolsas en que irán contenidos los residuos. En algunas ciudades hay depositarios de pequeñas bolsas de plástico que tienen un color específico para ser identificadas, y que están distribuidos en muchos puntos de la ciudad, con el fin de cubrir el problema en todos los barrios. No es necesario mencionar que es obligación del gobierno cubrir esos gastos, ya que de alguna manera puede considerarse como un problema de salud pública.
El factor información y concientización serían también fundamentales para lograr un éxito en el proyecto, no es sólo decir ya hay multa y ahí se arreglan.
Un censo de perros domésticos y callejeros sería también de gran ayuda para identificar el problema, ya que así podría saberse en que zonas dejar más contenedores con bolsas para los desechos caninos. Suponiendo que esas ideas se implementaran, la cuestión después sería elegir al que va a vigilar que eso se cumpla.
¿Qué pasa con los perros de la calle?, esa es otra pregunta. La implementación de programas de entrenamiento y adopción de los perros callejeros podría mejorar la situación de alguna forma. También podrían implementarse programas de esterilización de perros sin hogar.
Opciones hay, nos falta proponer y dialogar para llegar a un acuerdo.

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