Las cosas pasan y casi todo desaparece. Excepto las cruces que por las mañanas cargamos inhumanamente mientras intentamos levantarnos de la cama.
¿Es mi recuerdo la ilusión de algo ocurrido en mi cabeza o de un hecho perdido en el olvido del tiempo?
Es posible que el sueño no sea más que el clímax mismo del desasosiego.
Es una cuestión de perspectiva.
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