martes, 23 de octubre de 2007

Frangmento de la mañana

Hace tanto que no escribo que ya he empezado a olvidar cómo hacerlo. He despedido amigos y se han marchado sin dar un paso atrás pero dejando toda una estela de enseñanzas y de olvido.

Me veo en el espejo y me doy cuenta que es eso a lo que se llama ser un hombre. La infelicidad de la madurez; el deseo perdido de crecer. Ahora el anhelo es a la inversa.

Demasiados cambios mientras la tierra sigue girando y las estrellas ni se enteran de nuestros deseos.

No hay comentarios.: